Olmedo Alvarado

Vida y obra del artista cuencano. Volvió de Madrid a principios de los ochenta, se hizo profesor, abrió una academia, expuso. El libro repasa su trayectoria y recoge sus expresiones más significativas: acrílicos y yeso, sí, pero también muchos soportes heterodoxos: cruces en el río y zapatos usados, performances provocativas y maniquíes revestidos de neón.

A día de hoy, Olmedo sigue arremetiendo desde la frescura. Ante todo, y pese a su dominio técnico, queda la impresión de un rebelde indomitable, que no ha de desdeñar el arremeter contra las híperconceptualizaciones de la corriente artística en curso, o la solemnidad paralizante que impondría la "decencia", o el desparpajo con el que los gobernantes de turno han tomado sus decisiones. "Sigo siendo un artista no-contactado", dice el pintor.